.post blockquote { width:275px; margin: 10px 0 10px 50px; padding: 10px; text-align: justify; font-size:15px; color: #e1771e; background: transparent; border-left: 5px solid #e1771e; } blockquote { border-left:3px solid #CCCCCC; color:#776666; font-style:italic; padding-left:0.75em; } Fusilados de Torrellas: El apoyo de los fascismos a Franco (y IV). Los Rusos Blancos de la ROVS y los Legionarios rumanos de la Guardia de Hierro. http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=UTF-8" />

El apoyo de los fascismos a Franco (y IV). Los Rusos Blancos de la ROVS y los Legionarios rumanos de la Guardia de Hierro.

Insignia de los voluntarios Rusos Blancos en la Guerra Civil Española. Imagen de la web Requetés

De todos es conocida la participación de los aviadores nazis de la Legión Cóndor y del C.T.V. ("Corpo Truppe Volontarie") italiano al lado del bando sublevado en la guerra, pero es mucho menos conocida la participación de otros grupos al servicio de los nacionales, tales como los irlandeses, los franceses o los portugueses, a quienes se les ha dedicado sendas entradas en este blog.

Para terminar con el tema de los apoyos de los fascismos a Franco, hay que mencionar también a los rusos blancos y a los rumanos cuya participación, comparativamente con los anteriores, fue meramente testimonial.


Nicolás II Romanov, Zar de todas las Rusias, junto a la Zarina. Las contínuas derrotas rusas en la Primera Guerra Mundial provocaron la Revolución de 1917 con la que los Bolcheviques tomaron el poder. Imagen de la web Vadehistoria
Los rusos blancos anticomunistas pertenecían al bando de los vencidos de la Guerra Civil Rusa que dio paso al triunfo de la Revolución Bolchevique. Muchos de ellos se encontraban exiliados en Francia cuando estalló la Guerra Civil Española y vieron este conflicto como una forma de resarcirse ante la derrota al poder luchar contra los comunistas que había en el otro lado.

Por ello marcharon como voluntarios a enrolarse en el ejército de Franco. La mayoría de estos voluntarios pertenecían a la "Unión Militar Rusa" (ROVS), fundada en 1924 por el general Wrangel, con el fin de continuar la guerra contra el comunismo. Había bastantes militares de carrera que habían ocupado en su momento puestos de responsabilidad en el ejército zarista, los cuales pensaban que éste sería el primer paso para destruir el comunismo soviético y poder reconquistar la patria perdida.


Piotr Nikolayevich Wrangel, fundador de la Unión Militar Rusa (ROVS). Imagen de la web Foro Santo Tomás Moro
Los voluntarios rusos estaban a las órdenes del general Shikarenko, el cual solicitó a Franco poder constituir una unidad independiente rusa, preferiblemente de artillería o ametralladoras. Franco le dio largas sobre lo de formar una unidad de voluntarios rusos, pues parece que eran muy pocos (se estima que alrededor del centenar) para ese cometido. El general contestó que precisamente el formar la unidad fomentaría la recluta masiva de rusos blancos. También pidió algún ascenso para los voluntarios rusos, más acorde con su grado y experiencia militar. Franco parece que no atendió a ninguna de las propuestas y peticiones de Shikarenko, que salio muy decepcionado de la entrevista.

Revista del Ejército Ruso Blanco "Часовой", ("Centinela"), nº 176 del 15 de octubre de 1936. Título: "Los blancos héroes del Alcázar". Imagen de la web Requetés
Franco veía con buenos ojos toda ayuda pero a título personal, por lo que si deseaban luchar debían hacerlo ingresando en alguno de los cuerpos o unidades del ejército, por ejemplo, en la Legión, a la que fue destinado Shikarenko. En esta unidad tuvo que soportar también el desdén de su jefe, Yagüe.

Aunque otros se integraron en las milicias falangistas y en la aviación, la mayoría de los rusos blancos
lo hizo, por cercanía ideológica y semántica, en los Requetés. Éstos luchaban bajo el lema “Por Dios, por la Patria y el Rey”, el cual coincidía con el histórico lema del Ejército Imperial Ruso “Por la Fe, el Rey y la Patria”. Además, el lema de la España Nacional “Una, Grande y Libre” fue el lema del Movimiento Blanco Ruso: "Grande, Unida y Libre".

Misa por el rito ortodoxo en presencia de requetés, posiblemente del Tercio María de Molina, en El Contadero (Jaén), 9 de octubre de 1938. Imagen de la web Hispanismo.org
Los rusos blancos nunca se sintieron muy cómodos en el ejército nacional, especialmente en las unidades mandadas por jefes que no pertenecían a su clase social pues muchos tenían un origen aristocrático. No dejaban de mantener sus viejos prejuicios sociales y su elitismo.

La verdad es que no fueron muy bien tratados porque, al ser voluntarios, no se les reconocieron servicios ni se les ascendió. Al final, a algunos se les nombró tenientes con derecho a pensión al terminar la contienda. Este fue el caso de Shikarenko, que pasó vivir en San Sebastián hasta su muerte.


Emblema de la Guardia de Hierro rumana. Una cruz triple, representando barras de prisión (como escudo del martirio). Imagen de la web WikiPedia
Al otro extremo de Europa también se seguía con gran interés el desarrollo de la Guerra Civil Española. Como en tantos otros países, también en Rumania existía un movimiento de carácter fascista, la "Guardia de Hierro", que deseaba vivamente la victoria de los “nacionales”.

Con origen en las zonas rurales del país, la "Guardia de Hierro" se había formado a partir de la "Legión de San Miguel Arcángel", definida por su fundador, Corneliu Zelea Codreanu, como un movimiento Revolucionario Cristiano y Nacionalista Mistico, fervientemente antisemita y destinado a defender Rumania de Húngaros, Judíos , Masones y Bolcheviques, para preservar la fe cristiana de los descendientes originales de los Dacio-Romanos en la cuenca del Danubio.


Corneliu Zelea Codreanu, fundador y líder de la Guardia de Hierro. Imagen de la web WikiPedia
En 1930 el movimiento se militarizó, adoptó grados, divisas y una camisa verde a modo de uniforme, en la que llevaban bordada una esvástica a la altura del corazón. Se convirtieron así en una milicia al estilo de la SA Alemana o de la Milicia Voluntaria Fascista Italiana, adoptando similares métodos violentos para lograr sus objetivos.

Esta ideología ultra-nacionalista, xenófoba y de extrema derecha reaccionaria, unida a su afán de cruzada cristiana y anti-comunista era muy similar a la defendida por el
bando sublevado en España.

Codreanu saludando desde un automóvil en un desfile en Bucarest. Imagen de la web Codreanu y la Guardia de Hierro
El episodio de la defensa del Alcázar por Moscardó emocionó a la organización y se decidió hacer algo, aunque fuera un gesto simbólico , para manifestar el apoyo y admiración por la causa nacional.

Al general retirado y aristócrata Giorgios Cantacuceno, subjefe de la "Guardia de Hierro", se le ocurrió el regalar una espada al “Heroe del Alcazar”, réplica de la que en el siglo XVII
Felipe III de España había regalado al príncipe rumano Miguel el Sabio.

Cantacuceno partió de Bucarest por tren junto con una delegación de otros 7 "legionarios" con destino Toledo, el 22 de Noviembre de 1936. Una vez en Toledo, fundieron la propia espada de Cantacuceno e hicieron una réplica de la regalada por Felipe III. El 7 de Diciembre, en una solemne ceremonia, entregaron la espada a Moscardó. Se pronunciaron
discursos patrióticos a los que siguieron un desfile y una comida de hermandad con las autoridades y la Falange local.

El general Cantacuceno fotografiado junto a los miembros de la delegación de la Guardia de Hierro que partieron a España, uno de los cuales era un sacerdote ortodoxo. Imagen de la web Un vallekano en Rumanía
Algunos componentes de la delegación rumana abogaron por quedarse en España y alistarse en la Legión Extranjera. A Cantacuceno, que a sus 70 años ya no estaba para aquellos trotes, la idea no le entusiasmó pero tuvo que rendirse ante los argumentos que le fueron expuestos. Los "nacionales" españoles luchaban contra la Bestia Negra del Apocalipsis, por lo que el destino de los Nacionalistas Cristianos Rumanos estaba íntimamente relacionado a la victoria de los "nacionales Españoles" en la Península Ibérica .

Además los rumanos estaban convencidos de que nada malo les podía pasar a unos defensores de la Cruz en su lucha contra el Anticristo. San Miguel Arcángel y otros santos les protegerían.


San Miguel Arcángel, Jefe de los ejércitos de Dios contra Lucifer, Príncipe de los ángeles caídos, representado como un dragón. Imagen de la web WikiPedia
Así pues, los rumanos se alistaron en la 21 Compañía de la VI Bandera de la Legión y fueron trasladados, tras pasar la navidad, a las cercanías de la Carretera de Majadahonda, cerca de Madrid.

Convencidos de que la Divina Providencia velaba por ellos, pronto se dieron cuenta sin embargo de que su situación era complicada. Ninguno hablaba español, no tenían forma física ni apenas instrucción militar, y como no pensaban quedarse en España, apenas equipo. Tuvieron que dormir al aire libre en pleno invierno, lo que se les hizo muy duro al no ser ya tan jóvenes la mayoría ni estar acostumbrados a la vida de las trincheras. Por el contrario, sus
ocupaciones en Rumania eran bastante sedentarias.

El 13 de Enero tuvieron que atrincherarse y construir un parapeto, ya que los los Republicanos
atacaron con carros e infantería. En el transcurso del ataque dos de los rumanos, Ion Motza y Vasile Marin, resultaron muertos.

Mapa de la batalla en la que Ion Motza y Vasile Marin, miembros de la Guardia de Hierro alistados en la Legión, perdieron la vida. Imagen de la web Un vallekano en Rumanía
Sus cuerpos fueron embalsamados en Toledo y se les hizo un gran funeral. El general Cantacuceno pidió como favor especial a Franco que dejara volver a los rumanos restantes, a lo que éste accedió. Los restos fueron trasladados a Rumania donde se les rindieron honores con toda la parafernalia fascista de rigor: capas, cruces, miles de Camisas Verdes desfilando… en lo que fue la gran primera exhibición pública de masas de la "Guardia de Hierro", en claro desafío al rey Carol, que había prohibido la organización hasta 1935.

Así terminó, con más pena que gloria, la ayuda del fascismo rumano a Franco.



Fuentes documentales


Bibliografía


- Beevor, A. La Guerra Civil española. Crítica, Barcelona, 2005.
- Jackson, G. La república española y la guerra civil. RBA,Barcelona, 2005.

- Keene, J. Fighting for Franco: International Volunteers in Nationalist Spain During the Spanish Civil War, 1936-39, Leicester University Press, Leicester, 2001.

Páginas web y blogs


- “Voluntarios rusos en la España nacional”. Web Foro Militar General

- “Sobre los Rusos Blancos”. Web Hispanismo.org

- “Movimiento Blanco”. Entrada de la WikiPedia

- “Voluntarios Rusos Blancos en Tercios Requetés”. Web Requetés

- “Un ejemplo de sano ecumenismo: los voluntarios de religión ortodoxa en el bando nacional durante la guerra civil española”. Web Hispaniainfo

- “Unión Militar Rusa”. Entrada de la WikiPedia

- “Ejército Blanco en España”. Web CasaRusia

- “Rusos blancos al servicio de Franco”. Web La comunidad de El País.com

__________________________________

- “Ion Motza y Vasile Marin, rumanos, caídos en la GCE 13-1-37”. Web La Guerra Civil Española

- “Guardia de Hierro”, entrada de la WikiPedia

- “Corneliu Zelea Codreanu”. Entrada de la WikiPedia

- “Dos curiosos ejemplos de ayuda a los nacionales”. Web del Foro de Historia Militar El Gran Capitán

- "Las "otras" brigadas internacionales". Web Historia de la Historia
- "Guardia de Hierro y conducator". Web La comunidad de El País.com

Material audiovisual


- “A Memorial to the White Army”. Fragmento documental de YouTube

- "Garda de Fier". Fragmento documental de YouTube



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10 comentarios:

RGAlmazán dijo...

En mayor o menos medida, veo que hubo muchas nacionalidades que aportaron números a las fuerzas rebeldes. Y que la guerra del fantasma anticomunista y el fervor fascista o nazi unió a muchos individuos que juntos ayudaron a Franco en su infamia.
Desconocía lo de los rumanos.

Salud y República

mimi dijo...

Un domingo mas que nos dejas a todos alucinados con lo que nos cuentas y que tambien lo de hoy lo desconocia.Ole por lo bien que te lo curras.besicos

Ciberculturalia dijo...

Tampoco yo tenía idea de la ayuda a los franquistas de los rusos blancos y mucho menos de la "Guardia de Hierro" rumana. El episodio de la espada de Cantacuceno además de otro tipo de consideraciones, es realmente patético y como bien dices su historia terminó con más pena que gloria.
Gracias como siempre por tu esfuerzo. Ya sabes que soy una visitante persistente y que no falto a mi cita semanal contigo.
El próximo domingo estaré fuera pero te leeré a la vuelta.
Un abrazo

LUX AETERNA dijo...

Querido Daniel la historia de esos siete rumanos mas que una historia bélica me recordó a Blancanieves y los siete enanitos, o una de los Tres Chiflados, pero bueno se dieron el gusto de participar en la Cruzada, en fin allá ellos.
Respecto a los rusos blancos se ve que le habian tomado el gusto de que los valpulearan en todos los confines de la tierra. Que sarta de pelotudos!

Te mando un abrazo pero en realidad con aliados asi hasta se entiende que el enano ese se negara a oirlos.

severino el sordo dijo...

Curioso lo de estos rusos,no tenia ni idea,se nota que te lo curras buscando informacion,aparte conociendo al fascio patrio y sus maneras seguro que lo pasaron mal y que aplicando el axioma(coño que palabra,donde la habre leido) de que todos los rusos son comunistas,pues eso que aunque se empeñaran en negarlo seguro que se les apreciaba el rabo y los cuernos,nos vemos.

Antonio Rodriguez dijo...

Cuanto burgesito católico vino a España a hacer su propia cruzada, pero luego la ruda realidad se topo de frente con ellos.
Salud, Repúblicca y Socialismo

buda dijo...

Desconocia una vez más la participación de los rusos o tantas otras nacionalidades en la guerra civil.Gracias a ti,conocemos un poco más a fondo de nuestra lamentable historia.Un besico

Daalla dijo...

Rafa, aún hubo otros muchos contingentes que aportaron ayuda a Franco. Quizás algún día les dedique otro post.
Salud y República

Mimi, gracias por tus palabras. Buen trabajo para buenos lectores.
Un beso.

Patético fue, en verdad, Carmen. Casi, pero sólo casi,dan pena.
Un abrazo.

Lux, en realidad todos tenían sus intereses a la hora de venir a España. Los rusos hubieran formado en la práctica de nuevo el embrión de un ejército para volver a pelear por el poder. los rumanos buscaban algo propagandístico que les sirviera a su vuelta. Y para todos, España fue un verdadero campo de pruebas para la que se avecinaba en la II Guerra Mundial.
Un abrazo.

Severino, éstos que vinieron no eran rojos pero a los nacionales les cayeron casi tan mal como si lo hubieran sido.
Nos vemos.

Sí, Antonio. Es que una cosa es la épica y otrs muy diferente la realidad.
Salud y República.

Buda, te asombraría saber de qué montón de sitios vinieron, aunque a muy pequeña escala. Y es que fascistas hay en todos los sitios.
Un beso.

Noelplebeyo dijo...

Desconocía la participación de los rusos en la guerra. De todas maneras, dios los crea y los fascistas se juntan

Abrazos

Daalla dijo...

Gran perla de la sabiduría popular, como siempre acertada, Noel.
Un abrazo.

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