.post blockquote { width:275px; margin: 10px 0 10px 50px; padding: 10px; text-align: justify; font-size:15px; color: #e1771e; background: transparent; border-left: 5px solid #e1771e; } blockquote { border-left:3px solid #CCCCCC; color:#776666; font-style:italic; padding-left:0.75em; } Fusilados de Torrellas: junio 2010 http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=UTF-8" />

Fugas de las prisiones franquistas (4). La fuga de la Prisión de Mujeres de Les Corts.


Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul (también llamadas Paulas), presentes en las cárceles de mujeres desde finales del siglo XIX, regresaron a los centros penitenciarios de la mano del franquismo. En el año 2005 recibieron el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia . Toda una burla a las incontables mujeres a las que reprimieron con mano de hierro en las prisiones franquistas.Fuente: Scribd

En 1939-1940 había en la España franquista unas 500 prisiones y, aunque es difícil precisar, cerca de 300.000 presos, de los que quizá unas 20.000 fueran mujeres. El
franquismo condenó a morir de hambre, de tifus, sarna, disentería, palizas, tortura, piojos, humillaciones, vejaciones, mordiscos de ratas... posiblemente a varias decenas de miles. Hoy resulta muy difícil precisar con exactitud su número.

Dejaron huella en los reclusos y reclusas las famosas «sacas» nocturnas camino del paredón, o las palizas a los presos por grupos de falangistas y matones que, a veces, entraban en las cárceles con el visto bueno de funcionarios, monjas y capellanes. Los relatos de maltrato de parte de las monjas estremecen, las condiciones higiénicas, sanitarias, alimenticias... humillantes, son relatos de campos de exterminio. Sencillamente espeluznantes.



Entrada a la prisión de Les Corts, con las palmeras que la flanqueaban.
Por esa razón muchas supervivientes, mayores de 80 años, no daban crédito cuando en septiembre de 2005 otorgaron el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a la orden religiosa de Las Hijas de la Caridad, “ por su excepcional labor social y humanitaria en apoyo de los desfavorecidos en España desde fines del siglo XVIII”.

Pocos saben que dicha orden religiosa gobernó con mano de hierro las “galeras” (1) o antiguas cárceles de mujeres durante el siglo XIX y comienzos del XX, hasta su expulsión por Victoria Kent en 1931, la primera mujer Directora General de Prisiones de nuestro país, que las sustituyó por un cuerpo de funcionarias especializadas.


Vista general de la prisión de Les Corts.
Y que, acabada la guerra, el dictador Franco volvió a recurrir a ellas como carceleras en establecimientos de infausta memoria como la prisión barcelonesa de Les Corts, Palma, Málaga, Valencia y otras muchas. Otra orden religiosa femenina, las Hijas del Buen Pastor, llegó a administrar la cárcel madrileña de Ventas, la más poblada de la historia de España, de la que salieron las famosas Trece Rosas para ser fusiladas en agosto de 1939.

Las monjas colaboraron en el
secuestro de niños y niñas rojos, separatistas y republicanos de madres presas y en su entrega a falangistas y gentes victoriosas. A otras niñas las raptaron para sí y las hicieron monjas.

Las Hijas de la Caridad de la prisión en Palma de Mallorca vendían en el economato a 1 peseta el kilo de pescado que la gente pobre entregaba para las presas porque se morían de hambre. En Amorebieta hicieron lo mismo con los tomates regalados por la gente y en Saturrarán las monjas hacían acopio de los suministros que les entregaban para el sustento de las presas y ellas lo vendían en estraperlo. En Les Corts los beneficios adquiridos mediante el cultivo del extenso
huerto -trabajado por presas que redimían pena- nunca se tradujeron en una mejora efectiva del rancho, motivo constante de quejas e incluso de plantes y protestas.

Presas trabajando en la extensa granja agrícola de Les Corts. El trabajo era para ellas, los beneficios para las monjitas de las Hijas de la Caridad.
Aquel sistema carcelario era el eje de la represión franquista. Se buscaba la humillación de los vencidos, la limpieza política. La mayoría de las reclusas fueron castigadas por el único delito de ser esposas, madres, abuelas o hijas de hombres perseguidos por los golpistas.

Otras muchas mujeres, comprometidas con las opciones
de izquierda, jóvenes en su mayoría, iniciadas en el mundo de la política de la mano de la Segunda República, fueron ejecutadas o soportaron largas condenas en las cárceles franquistas desde el inicio de la dictadura, cuando estaban a punto de experimentar en sus vidas y para el futuro un vuelco igualitario que un sangriento y brutal golpe militar vino a impedir desandando lo avanzado y acuñando sólidas doctrinas de subordinación al hombre, según los mandatos de la Santa Madre Iglesia, y una férrea legislación restrictiva de sus derechos, que perduró durante décadas.

Taller de costura y confección de Les Corts, 1952. Estos talleres tenían un extraordinario despliegue publicitario en la prensa del régimen. Los principales beneficiarios, aparte del estado franquista, fueron distintas casas comerciales.
Una de estas mujeres, republicana, comunista, luchadora por un mundo mejor desde su juventud, pintaba decorados para representaciones teatrales que se hacían en festividades y era capitana del equipo de baloncesto en la prisión barcelonesa de Les Corts.

Se trataba de Victoria Pujolar, que había conocido bien la guerra, los bombardeos sobre Barcelona, la retirada, el exilio… Trasladada a Madrid para ser juzgada en un consejo de guerra, aprovechó este momento para protagonizar una sonada fuga.



Este es el relato de la misma, realizado por ella misma (2) :

“…no íbamos esposadas. Tenía la intención de escaparme, se lo había hecho saber discretamente a una de las dos compañeras, pero no sabía exactamente cuándo surgiría la ocasión. Lo que sí tenía claro es que debía de ser en Barcelona, ya que era la ciudad que conocía a fondo y donde tenía contactos del partido que me podrían ayudar.



Equipo de baloncesto de Les Corts, 1949. Referencia obligada en las publicaciones del régimen, era considerado como un "deporte femenino". La organización de equipos deportivos era también un reflejo de la capacidad organizativa de las reclusas políticas y al mismo tiempo un estímulo para sobrevivir a la prisión.


Cuando llegamos a la estación y al salir del taxi la compañera que salió la última, pagó al taxista y dijo en voz alta que no le había devuelto bien el cambio; el guardia civil retrocedió para ver qué pasaba. Entonces entré en la estación, que estaba llena, y bajé corriendo por el otro portalón, me metí rápido por callejones, llegué a la estación de metro de Correos, bajé corriendo, cogí el billete y tuve tiempo de meterme en un convoy que acababa de llegar.


El vagón estaba repleto de trabajadores porque era antes de las 8 de la mañana, y bajé al final de la línea, en la estación de Lesseps, en el barrio de Gràcia. Me metí en un café, telefoneé a un compañero y le di la dirección de donde me encontraba, y al rato se presentó allí. Le dije que quería ir a Francia y que me comprara un billete de 1ª clase para ir a Figueres, para aquella misma tarde.

Me dijo que de acuerdo, pero que esperara a que me vinieran a buscar. Llegaron dos compañeras y con un taxi me llevaron a casa de unas madrileñas que habían estado en la cárcel. Sin perder tiempo me tiñeron el pelo de rubio, me hicieron otro peinado, me maquillaron y me cambiaron completamente de aspecto.


Les Corts, 1954. Otra imagen idílica para la propaganda, titulada "Un momento de recreo de las reclusas" publicada en la "Memoria del Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo".
Por la tarde, de bracito con las dos compañeras de Madrid, entré en la misma estación de Francia, llena de guardias. Subí al tren y las madrileñas me despidieron como se suele hacer con un familiar.

Durante el trayecto no hubo ningún problema. Pasó el revisor, le enseñé el billete, me lo devolvió; luego pasó el guardia para pedirme el salvoconducto de fronteras –entonces obligatorio– se lo mostré, lo miró y continuó pidiendo salvoconductos al resto de pasajeros. Pero mi salvoconducto era un tanto especial: era falso.


El tren llegó muy retrasado a Figueres, era ya de noche. Me acuerdo de que caminaba casi a oscuras, pero llegué a la casa que debía. Me abrió la madre de una compañera presa en Les Corts, que me reconoció y me hizo entrar rápidamente. Fue ella quien buscó y contrató a un contrabandista y me proporcionó el dinero para pagarlo. Pero como no se fiaba de él, me advirtió: “Tú le das la mitad al empezar el camino, pero la otra mitad dásela sólo cuando ya estés en la frontera”.


Les Corts, 24 de septiembre de 1952. Presas, en su mayoría gitanas, disfrutando de sus hijos en la festividad de la Virgen de la Merced, patrona de las prisiones. Las presas podían recibir durante varias horas a los hijos que tenían en el exterior, al cuidado de parientes. Eran éstas las imágenes preferidas por el régimen para publicitar su gestión penitenciaria.
El contrabandista iba acompañado de un niño que no abrió para nada la boca durante todo el camino. Caminamos durante dos días y dos noches. Aprovechábamos la oscuridad de la noche para andar, aunque en alguna ocasión el contrabandista decía: ‘Agáchate’ –mientras la luz de algún reflector pasaba por encima de nuestras cabezas.

Durante el día descansábamos y hasta dormíamos un poco apoyados en el tronco de algún árbol; de noche andábamos rápido, subiendo a veces por sitios difíciles, hasta que al final llegamos a un terreno más llano y el contrabandista me dijo: ‘A partir de aquí ya es Francia’, y señalando hacia una masía que se veía entre la espesura del bosque, añadió: ‘Allí te ayudarán’, y tras pagarle, se esfumó con el niño.


Efectivamente en aquella masía me atendieron y la propia hija de la casa me acompañó hasta Perpiñán en autocar. Allí me acerqué hasta un café donde solían reunirse los españoles, telefoneé a mis padres, y al cabo de lo que tarda un tren de Toulouse a Perpiñán, pude abrazar a mi madre, que vino a recogerme.


Encontré una Francia distinta, una Francia libre, pues ya la IIª Guerra Mundial había terminado”


Les Corts, día de la Merced 1945. De pie y quinta por la izquierda, Victoria Pujolar. En cuclillas, segunda por la izquierda, Tomasa Cuevas a quien debemos una larga serie de entrevistas a antiguas compañeras de prisión, que culminaría en una monumental trilogía publicada a principios de los ochenta: Cárcel de Mujeres –dos tomos- y Mujeres de la Resistencia, referente inexcusable para el estudio de la represión femenina durante el franquismo.
Así comenzaba el segundo exilio de Victoria Pujolar. En Francia siguió participando en todo tipo actos, mítines y manifestaciones a favor de la República. Más tarde se incorporó como locutora a Radio España Independiente, la legendaria “Radio Pirenáica”, la emisora clandestina del Partido Comunista. Atreverse a sintonizarla ya era un gesto de oposición al franquismo.

En “La Pirenáica” Victoria Pujolar informaba sobre lo que el franquismo escondía, poniendo en evidencia las supuestas "excelencias" de su sistema penitenciario que pretendía trasladar al exterior una idílica y ficticia imagen de normalidad (deporte, jardines, limpieza, higiene, asepsia, rehabilitación…)


En la actualidad, en el solar que ocupó en su día la antigua prisión de Les Corts en Barcelona, se alza “El Corte Inglés” de La Diagonal.


Ninguna placa recuerda el sacrificio de decenas de miles de mujeres que dieron la vida y la salud por la democracia, la igualdad y la libertad…




NOTAS
(1) El nombre de «galera» procedía del castigo penal tradicionalmente impuesto a los hombres delincuentes, consistente en «servir a remo en las galeras del rey».
(2) Se trata de un relato adaptado. El original puede leerse íntegramente en una extensa biografía publicada en la revista "El Viejo Topo" (ver fuentes documentales).
(3) Todas las imágenes, excepto la primera, han sido tomadas de la excelente web Memoria de la Prisión de Mujeres de Les Corts, Barcelona, 1939-1955.




Fuentes documentales

Bibliografía


- Álvarez-Fernández, J.A. Memoria y trauma en los testimonios de la represión franquista. Anthropos, Barcelona, 2007.

- Casanova, J. Morir, matar, sobrevivir. La violencia en la dictadura de Franco. Crítica, Barcelona, 2004.

- Cuevas, T. Prison of women. Testimonies of War and Resistance in Spain, 1939-1975. Translated and Edited by Mary E. Giles, 1998.

- Hernández-Holgado, F. Mujeres encarceladas: la prisión de Ventas, de la República al franquismo. Marcial Pons, Madrid, 2003.

- Molinero, C. y Sala, M. Una inmensa prisión: los campos de concentración y las prisiones durante la guerra civil y el franquismo. Crítica, Barcelona, 2003.


Revistas digitales


- “La psicología en los campos de concentración de Franco”. Artículo de J. Bandrés y R. Llavona. Fuente: Psicothema, 1996. Vol. 8, nº 1, pp. 1-11.

- “Entrevista a Victoria Pujolar”. Artículo de A. Winterhalder. Fuente: El Viejo Topo, nº 257, 2009, pp. 41-48.


Prensa digital


- “Tomasa Cuevas y memorial democrático”. Artículo de M. Carrillo. Fuente: El País, 28-01-2005.


Webgrafía


- “Memoria. Prisión de mujeres de Les Corts, Barcelona. 1939-1955". Fuente: PresodelesCorts.

- “Tomasa Cuevas, Juana Doña y otras presas políticas del franquismo”. Fuente: TodoslosRostros.

- “Más sobre Franco y las Hijas de la Caridad”. Artículo de M.Arizaleta. Fuente: El Canto del Búho

- “La terrible prisión de Les Corts, Barcelona”. Fuente: TodoslosRostros

- "Presas de Franco". Fuente: Scribd

Material audiovisual


- Presas de Franco. Exposición fotográfica en Córdoba. Fuente: YouTube













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Fugas de las prisiones franquistas (3). La marcha de los 100 días.

En muchos lugares de España aún se sigue rememorando a los "Maquis", como demuestra este graffitti en un muro de la población barcelonesa de Sallent de Llobregat. Fuente: WikiPedia

Cuando el «Caudillo» vencedor en la contienda civil española firmó el último parte oficial de guerra -1 de abril de 1939 -, ignoraba que el histórico documento no reflejaría jamás toda la verdad. Porque esta verdad era que de aquel «Ejército rojo, cautivo y desarmado», existían todavía unidades irreductibles en diversos lugares de la geografía peninsular. Sería entonces cuando empezara realmente el verdadero movimiento Guerrillero en España aunque en realidad hacía ya tres años que existía pero que aún debería alcanzar su momento más espectacular en los años 1944-1950.

Nunca fueron muchos, pero les apoyaba una amplia red de colaboradores, los “enlaces”. Eran conscientes de que por sí solos no derrocarían al régimen franquista, sino que tenían que ser los catalizadores de un movimiento popular que pusiera fin a la dictadura.

Octubre de 1944. Los aliados están barriendo a los alemanes y la Francia ocupada está dejando de serlo. Muchos exiliados españoles que han estado luchando en la Resistencia contra los nazis ponen en marcha la invasión del Valle de Arán. Nombre en clave: "Operación Reconquista de España". Fuente: Historias con Historia
Al principio les llamaban los “maquis”, vocablo francés para denominar al paisaje de arbustos y matorrales en el que muchos republicanos españoles habían luchado contra las fuerzas de ocupación alemanas en Francia, tras la derrota en la Guerra Civil. Sinónimo de resistencia y de guerrilla, ellos preferían sin embargo autodenominarse Guerrilleros y en cada zona en la que luchaban fueron conocidos como “los del monte”, “fugados”, “fuxidos” o “emboscados” entre otros apelativos.

La enumeración de todos los hechos llevados a cabo por las diversas Agrupaciones de la Guerrilla anti-franquista es una tarea que nos llevaría a extendernos en exceso y que merece ser tratada en varios capítulos más adelante.


Miembros del XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero del Ejército Popular de la República. Conocidos como "Los Niños de la Noche", constituían una unidad especializada en la guerra de guerrillas para desestabilizar las lineas franquistas. Eran autosuficientes, combativos, bien pertrechados, con experiencia en demoliciones y supervivencia. El ejército franquista llegó a publicar pasquines y anuncios en los periódicos con cuantiosas recompensas por su captura. Fuente: Paisajes de la Guerrilla
En esta ocasión me limitaré a narrar una proeza, la historia de seis guerrilleros de la Agrupación Guerrillera Málaga-Granada, que lograron culminar con éxito una marcha a pie, a través del campo, de más de 1.000 kilómetros, desde el 6 de Junio de 1952 hasta el 14 de Octubre del mismo año, casi siempre de noche, desde la sierra de Lújar, cercana a Motril (Granada) hasta Francia, con numerosas patrullas de la Guardia Civil guiadas por un delator, persiguiéndoles con saña hasta el final.

Fuente: Cosas mías
En 1952, después de escribir algunas páginas gloriosas, la Guerrilla estaba casi terminada. La feroz represión llevada a cabo por la Guardia Civil había dado sus frutos. Ya no sólo iban a por los Guerrilleros en la sierra, donde había numerosas bajas. También contra todos aquellos que suponían que eran sus enlaces. Se vuelve prácticamente imposible el aprovisionamiento de víveres y la recogida de información.

Padres y esposas de los Guerrilleros fueron detenidos y asesinados después de sufrir espantosas torturas y vejaciones sin cuento. Los Guerrilleros que desertaban eran utilizados en contra de sus ex-compañeros obligándoles a revelar las bases donde éstos recogían
alimentos y otros objetos de primera necesidad.

Mas del Osar (Nogueruelas, Teruel), lugar de cruces entre masoveros, guerrilleros y Guardia Civil. En este extenso territorio, que abarca las provincias de Cuenca, Teruel y Valencia se movía la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA). Fuente: El Canto del Búho
Abandonados a su suerte por un Partido Comunista que había creado la Guerrilla para que las potencias democráticas vieran que aún había un ejército que luchaba por el restablecimiento de la República, pero que cambió de táctica cuando se demostró que éstas, lejos de ayudar a los luchadores anti-franquistas, ayudaban cada día más abiertamente a la dictadura, los días de la Guerrilla estaban contados.

Sólo quedaban 7 hombres en la sección que mandaba “Pablo”. Después de pensarlo mucho optaron por huir antes de que los mataran a todos. Era más fácil decirlo que hacerlo. Su decisión implicaba ir andando desde la sierra de Lújar (Motril) y atravesar toda España hasta pasar los Pirineos e internarse en Francia. Y ello unido a las dificultades de la extremadamente agreste geografía de nuestro país.


Estuvieron de acuerdo en que para lograrlo deberían observar a rajatabla las tácticas guerrilleras: caminar sólo durante la noche, guardando una distancia entre ellos de unos 15 metros, no utilizar caminos ni carreteras, no cruzar nunca un puente, evitar las poblaciones, no fumar mientras caminaban…



Se constituyó una verdadera red represiva contra los guerrilleros. La Guardia Civil era a menudo acompañada en sus acciones por somatenes (voluntarios civiles armados, generalmente falangistas y derechistas radicales), guardias jurados y forestales de los municipios afectados por la actividad guerrillera. Fuente: La Opinión de Coruña
No podían sospechar que el primer obstáculo lo tendrían antes de salir. Su compañero “Martín” había desertado aprovechando que estaba de guardia. Temiendo que les delatara, se pusieron rápidamente en camino hacia la sierra de Cazorla. Su temor se vio confirmado, aunque Martín” tardó varios días en delatarles, lo que les dio una cierta ventaja sobre la Guardia Civil.

A los pocos días, sin embargo, tuvieron un encuentro con la “Benemérita”. Dos de los guerrilleros se perdieron, aunque pudieron reencontrarse días más tarde.


Intentando caminar cada noche hacia el norte, no siempre eran conscientes de hacerlo así. Sólo contaban con un mapa de España tomado de un viejo libro escolar y de su conocimiento de las estrellas, las cuales no siempre eran visibles por la niebla u otras circunstancias.


Grupo de reclusas relacionadas con la guerrilla anti-franquista. La importancia de las mujeres fue decisiva sobre todo en los enlaces: viudas de republicanos, hijas o mujeres de ejecutados y mujeres políticamente comprometidas. Esas mujeres llegaron a vertebrar la lucha política en el mundo rural. Fuente: Juanín. "Los del Monte"
La Guardia Civil, mientras tanto, los perseguía. Obtenían, unas veces de grado y otras por la fuerza, información de los cortijeros, y preparaban apostaderos y emboscadas en los lugares lógicos por donde los Guerrilleros deberían de pasar.

Las provisiones se acababan y decidieron buscarlas no entre los campesinos por el riesgo de que los denunciaran, sino en tiendas de comestibles de los pueblos. Compraban en varias tiendas diferentes para no llamar la atención con el volumen de su pedidos.


Noche a noche seguían caminando en marchas durísimas, siempre campo a través, borrando su rastro con ramas atadas a la mochila. Con muchas dificultades, debieron atravesar varios ríos, algunos de ellos con fuerte corriente, bajo el peso de sus mochilas y armamento, agarrados unos a otros pues dos de ellos no sabían nadar.



El general Manuel Pizarro, gobernador de Teruel, se distinguió especialmente en su lucha contra la Guerrilla. Para ello, ordenó el desalojo de todas las masías para así cortar el apoyo y los suministros al maquis, utilizó nuevas tácticas de contraguerrilla (guardias disfrazados de maquis que robaban y torturaban indiscriminadamente) y de “tierra quemada” (quema de cosechas) para así minar los apoyos civiles al maquis. Igualmente, bajo su mandato se vivió una situación de auténtico terror entre la población sospechosa de simpatizar con la guerrilla utilizando métodos de enorme dureza: las palizas, los fusilamientos simulados para lograr confesiones, el envenenamiento de víveres o la implacable aplicación de represalias y de la fatídica “ley de fugas”, fueron frecuentes. Fuente: Socialistes de Morella
La Guardia Civil les seguía de cerca los pasos, empeñada en capturarles, gracias a la información de su ex compañero “Martín” y la que iba recibiendo de todos los lugares en los que había algún “puesto”.

Ya en Aragón, cerca de Valderrobres (Teruel), una noche coincidieron en un caserón medio derruido con una dotación de los "civiles". Los dejaron estar para no delatarse. Nunca supieron aquellos guardias lo cerca que habían estado de la muerte.


En Alcañiz compraron víveres y uno ellos tropezó de repente con un guardia civil que salía de un cuartel. Dándose de bruces, casi cayeron ambos al suelo; el guardia, sin imaginar con quién tropezaba, se excusó y cada cual continuó su camino. Durante unos días éste tropiezo fue motivo de bromas entre los huidos.



Vista general de Alcañiz (Teruel) en los años 40-50, una de las poblaciones donde los guerrilleros tuvieron que avituallarse. Fuente: ForosNet
Así llegó el momento más temido por los Guerrilleros, el cruce del río Ebro, que bajaba muy crecido. Los puentes estaban descartados, ya que todos ellos estaban vigilados. Intentaron cruzarlo en un bote, pero fracasaron. No les quedó más remedio que solicitar los servicios de un barquero que se negó al principio, hasta que le encañonaron con sus pistolas. Llegados a la otra orilla y para retrasar la posible denuncia del barquero, pagaron a éste 1000 pesetas por las molestias.

Cruzado el Ebro, se les presentó el dilema de atravesar el Pirineo por el Valle de Arán o por Huesca. Decidieron que fuesen las circunstancias las que determinasen la dirección a seguir, pensando que así sus perseguidores no podrían prever un itinerario que ellos mismos desconocían.



El río Ebro en las cercanías de Caspe (Zaragoza), lugar por el que fue cruzado por los Guerrilleros. El más caudaloso de la Península Ibérica y el segundo más largo, era el lugar donde la Guardia Civil planeba capturarles, por lo que todos los puentes estaban vigilados. Fuente: Ayuntamiento de Caspe
Sus pasos les llevaron a Barbastro, en la provincia de Huesca, población llena de soldados pues era una fuerte plaza militar. Uno de los Guerrilleros entró en una confitería donde compró pasteles y algunas botellas de coñac y de “Licor 43”. Para que el dueño no sospechara, comentó que era para un bautizo en el que él era el padrino de la criatura.


El riesgo que habían corrido al comprar aquellos licores se revelaría luego muy útil cuando tuvieron que caminar sobre la nieve y los pies casi se les congelaron.


El río Vero (aún sin canalizar) a su paso por Barbastro (Huesca), población donde los guerrilleros compraron bebidas alcohólicas en previsión del frío que iban a pasar en el Pirineo. Fuente: El Barbastro que ya no existe
Caminando por los términos de Naval, Alquézar, Boltaña y Bielsa, llegaron por fin al último de los grandes obstáculos de su viaje, el Pirineo. Una noche hablaron con un pastor que encerraba a sus ovejas en una cueva. Durante la cena el pastor les dijo que estaban en Monte Perdido y les explicó cómo podían alcanzar la frontera.

Los guerrilleros le convencieron a regañadientes de que les guiara. Tras varias horas de caminar sobre la nieve sin descanso, bajo una intensa niebla, se dieron cuenta de que el pastor les había llevado de nuevo hacia el sur, lejos de la frontera francesa. Un puñetazo y un trago de coñac le ayudaron para no volver a equivocarse de camino


Tras desandar el camino y pasar por momentos muy duros y peligrosos atravesando un estrecho sendero de hielo que bordeaba un profundo abismo, llegaron por fin a la ansiada libertad, ya en tierra francesa.
El pastor regresó con varios miles de pesetas que le dieron, por lo que que no salió mal librado de su poco entusiasta colaboración.

Subir el Monte Perdido (3.355 metros) es en verano una tarea larga y fatigosa pero al alcance de cualquiera (el autor de este blog lo hizo en varias ocasiones en su juventud). Con nieve la cosa cambia mucho. Con nieve helada, como tuvieron que hacer los guerrilleros en 1952, era un auténtico desafío al que tuvieron que hacer frente sin medios apropiados de escalada. Fuente: Racons de Tramuntana
Posteriormente se entregaron con todas sus armas a unos agentes de la Gendarmerie francesa que, sorprendidos, escucharon su odisea recorriendo España en aquellas condiciones. Les atendieron con todo respeto y corrección, les dieron de comer platos de comida caliente que los guerrilleros aceptaron agradecidos, y que insistieron en pagar como habían hecho siempre.

El fracaso de la gigantesca operación de captura se puso en evidencia cuando la Guardia Civil se enteró de su llegada a Francia por las cartas que enviaron a sus familiares y que fueron interceptadas. No les quedó más remedio que admitir la derrota que les había infligido un grupo de seis guerrilleros que sólo se orientaron con un mapa de primaria y una pajuela para calcular distancias.


Algunos guerrilleros, junto a otros españoles exiliados en Francia, poco después de su llegada. De pie y primero a la derecha, Jose Mª Navas. De pie y tercero a la derecha, Enrique Urbano. Primero a la derecha agachado, Manuel Pérez Rubiño. Fuente: Cuadernos para el Diálogo
La marcha había durado 3 meses y 8 días, desde el 6 de junio al 14 de octubre. Los protagonistas, algunos de los cuales se afincaron en Francia, nunca se consideraron unos héroes, sino que siempre reconocieron que habían sido muy afortunados.

“Nuestras ilusiones habían naufragado, librar a España, a nuestro pueblo de la Dictadura había sido una quimera. Si abandonamos nuestro país era simplemente por no caer en las garras de algún que otro oficial conocidos por su inusitada dureza y que en aquellos tiempos proliferaban en el Benemérito Cuerpo”.
Enrique Urbano, 28 años en 1952. Uno de los componentes de la Marcha de los Cien Días, junto con Manuel Pérez, Ricardo Martín, Miguel Salado, Francisco Martín y José Navas.



Fuentes documentales

Bibliografía y documentos PDF

- Aróstegui, J. y Marco, J. El último frente. La resistencia armada anti-franquista en España,1939-1952. La Catarata, Madrid, 2008.

- Sánchez, J. (et al.). Maquis: el puño que golpeó al franquismo. La agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA). Flor del Viento, Barcelona, 2003.


Revistas digitales


- Azuaga, J. M. "Escapar de Franco: Cien días en la huida de seis guerrilleros". Cuadernos para el Diálogo, nº 17, 2007.

- Recio, A. "Internet como fuente de estudio de la guerrilla anti-franquista". Revista Historia y Comunicación Social, nº 9, 2004.

- Romero, J.A. "1952: Huida de los últimos seis guerrilleros a Francia". Revista Jábega, nº 88, 2001.


Prensa digital


- “El desconocido movimiento guerrillero anti-franquista de la pos-guerra". Artículo de J.A. Vidal Sales. Fuente: CanariaSemanal.


Webgrafía


- “Maquis (Guerrilla anti-franquista). Entrada de la WikiPedia.

- “Operación Reconquista de España”. Fuente: Historias con Historia

- “La marcha de los 100 días”. Fuente: Paisajes de la Guerrilla.

- “Málaga-Cádiz. De la represión a la supervivencia en la sierra”. Fuente: Paisajes de la Guerrilla.

- “La marcha de los 100 días”. Fuente: Cosas mías


Material audiovisual


- "Guerra Civil Española. El Maquis". Magnífica serie de vídeos de Canal de Historia. Fuente: YouTube
- Recopilación de documentos audiovisuales sobre la Guerrilla antifranquista. Fuente: Juanín. "Los del Monte"





















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